Noa's concerts are part of the program to celebrate the 500th anniversary of the birth, in the Castle of Javier (Navarre – Spain), of Francis Xavier, co-founder of the Company of Jesus, missionary in the East Indies and Japan, and a universal figure who forged strong links of co-operation and understanding between East and West.
Throughout the year the Government of Navarre, the Sanctuary of Javier of the Company of Jesus, the Archbishopric of Pamplona and the Municipal Council of Javier are promoting a large number of cultural, religious and social events to commemorate this anniversary – from December 3 rd 2005 to December 3 rd of 2006, including Noa's concerts.
More info: http://www.javier2006.com
Fecha: Domingo, 11 de junio.Lugar: Auditorio Francisco de Jasso, Javier (Nafarroa).Intérpretes: Achinoam Nini (Noa), a la voz y a la percusión, acompañada por Gil Dor a las guitarras y a los coros, Zohar Fresco a la percusión y por el cuarteto de cuerda Solis String Quartet. Incidencias: Segundo pase de Noa tras actuar también el sábado. Buena entrada, medio aforo largo. Público impuntual (en algunos casos), entregado y participativo.
NOA venció, convenció... y por partida doble, el pasado fin de semana, consiguiendo llenar tres cuartas partes del auditorio el sábado y más de la mitad del mismo el domingo. Bajo la ya habitual sensación de calor del recinto (en el mismo se ha desarrollado un microclima cuya temperatura, el domingo, no bajó de los 28 grados), sobre las 20.10 horas compareció el cuarteto de cuerda en la tarima, dando comienzo el pase con la interpretación de dos instrumentales de factura tan exquisita como melancólicos, de trasfondo; y a continuación, como si hubiese querido hacerse de rogar, Noa, descalza y negro vestido de noche. La israelí, tras su primer tema, se dirigió en inglés al público, protagonizando un speech ciertamente extenso que, pese a la complicidad mostrada, dudamos fuera entendido por los presentes, parte de los cuales, cómo no, todavía estaba llegando: ¡Ay, esa puntualidad... o la falta de la misma! Finalmente bajo unos juegos de luces que, trazados de forma esmerada, acertaron a envolver con mimo el hecho musical, arrancó propiamente el mismo, marcado por el buen hacer de los integrantes del cuarteto y, evidentemente, por la omnipresente presencia escénica de Noa, quien no dudó en bailar o hacer percusiones... además de arrullarnos con su voz: ¡si la misma, o mejor dicho, sus cuerdas vocales, podrían ser consideradas como el hipotético quinto instrumento de cuerda de los Solis String Quartet, totalmente mimetizada, como anillo al dedo con los de éstos como va, tal y como se mostró en todo momento! Un elenco éste que, dicho sea de paso, ofreció la solvencia de una orquesta de cámara al servicio de dicho torrente vocal. Pero pese a lo contado hasta aquí, lo mejor aún estaba por llegar: un impresionante mano a mano entre el percusionista Z. Fresco y el guitarrista Gil Dor, rico en connotaciones flamencas y cositas buenas, y tras el mismo, la segunda parte de la noche, en la que una Noa incansable, infatigable, arrolló literalmente hablando, protagonizando un show in crescendo se mire como se mire: demostrando entre ritmos arábigos y yemeníes, leves haces pop, solos de percusión como el ofrecido por ella, al final, y ciertos toques operísticos tener absolutamente en sus manos el control de la situación. Así las cosas, qué palmas las cosechadas, qué ovaciones. Qué clímax, qué fin de fiesta transformado en eso, en una fiesta sólo superada en los bises por La vida es bella , BSO de dicha película y tema con el que acostumbra a despedirse... aunque el domingo lo hiciera con otro más que apropiado para el lugar: el Ave María.
Espectáculo de primerísimo nivel el ofrecido por Noa, desarrollado de principio a fin bajo un aura musical típicamente mediterránea... y su calima; y es que, a propósito de esto, vamos a hacer finalmente la pregunta del millón: en realidad, ¿hay aire acondicionado en el local? No sabemos... y nadie parece saberlo ni suelta prenda al respecto. En cualquier caso, después de acercarnos por tres veces hasta aquí no seremos nosotros quienes pongamos la mano en el fuego por su existencia, por más que escuchásemos la primera jornada que el mismo "estaba roto": lo que hay es un equipo de extracción a todas luces insuficiente; una instalación que renueva el aire aunque, obviamente, no refrigera el recinto, y si a ello le sumamos la implacable acción de los rayos del sol contra sus ventanales laterales... En fin. Y es que de estas cosas también hay que hablar, pensamos. Nos vemos en The Chieftains.
NOA venció, convenció... y por partida doble, el pasado fin de semana, consiguiendo llenar tres cuartas partes del auditorio el sábado y más de la mitad del mismo el domingo. Bajo la ya habitual sensación de calor del recinto (en el mismo se ha desarrollado un microclima cuya temperatura, el domingo, no bajó de los 28 grados), sobre las 20.10 horas compareció el cuarteto de cuerda en la tarima, dando comienzo el pase con la interpretación de dos instrumentales de factura tan exquisita como melancólicos, de trasfondo; y a continuación, como si hubiese querido hacerse de rogar, Noa, descalza y negro vestido de noche. La israelí, tras su primer tema, se dirigió en inglés al público, protagonizando un speech ciertamente extenso que, pese a la complicidad mostrada, dudamos fuera entendido por los presentes, parte de los cuales, cómo no, todavía estaba llegando: ¡Ay, esa puntualidad... o la falta de la misma! Finalmente bajo unos juegos de luces que, trazados de forma esmerada, acertaron a envolver con mimo el hecho musical, arrancó propiamente el mismo, marcado por el buen hacer de los integrantes del cuarteto y, evidentemente, por la omnipresente presencia escénica de Noa, quien no dudó en bailar o hacer percusiones... además de arrullarnos con su voz: ¡si la misma, o mejor dicho, sus cuerdas vocales, podrían ser consideradas como el hipotético quinto instrumento de cuerda de los Solis String Quartet, totalmente mimetizada, como anillo al dedo con los de éstos como va, tal y como se mostró en todo momento! Un elenco éste que, dicho sea de paso, ofreció la solvencia de una orquesta de cámara al servicio de dicho torrente vocal. Pero pese a lo contado hasta aquí, lo mejor aún estaba por llegar: un impresionante mano a mano entre el percusionista Z. Fresco y el guitarrista Gil Dor, rico en connotaciones flamencas y cositas buenas, y tras el mismo, la segunda parte de la noche, en la que una Noa incansable, infatigable, arrolló literalmente hablando, protagonizando un show in crescendo se mire como se mire: demostrando entre ritmos arábigos y yemeníes, leves haces pop, solos de percusión como el ofrecido por ella, al final, y ciertos toques operísticos tener absolutamente en sus manos el control de la situación. Así las cosas, qué palmas las cosechadas, qué ovaciones. Qué clímax, qué fin de fiesta transformado en eso, en una fiesta sólo superada en los bises por La vida es bella , BSO de dicha película y tema con el que acostumbra a despedirse... aunque el domingo lo hiciera con otro más que apropiado para el lugar: el Ave María.
Espectáculo de primerísimo nivel el ofrecido por Noa, desarrollado de principio a fin bajo un aura musical típicamente mediterránea... y su calima; y es que, a propósito de esto, vamos a hacer finalmente la pregunta del millón: en realidad, ¿hay aire acondicionado en el local? No sabemos... y nadie parece saberlo ni suelta prenda al respecto. En cualquier caso, después de acercarnos por tres veces hasta aquí no seremos nosotros quienes pongamos la mano en el fuego por su existencia, por más que escuchásemos la primera jornada que el mismo "estaba roto": lo que hay es un equipo de extracción a todas luces insuficiente; una instalación que renueva el aire aunque, obviamente, no refrigera el recinto, y si a ello le sumamos la implacable acción de los rayos del sol contra sus ventanales laterales... En fin. Y es que de estas cosas también hay que hablar, pensamos. Nos vemos en The Chieftains.
No comments:
Post a Comment